En grupos han escogido cinco palabras que luego hemos escrito en la pizarra. Después han vuelto a escoger esta vez diez palabras de las escritas en la pizarra. Por turnos, un niño de cada grupo construía una frase nueva o completaba la anterior, utilizando una palabra diferente de entre las seleccionadas por su grupo. Y este ha sido el resultado:
La princesa afortunada y la bruja desdichada
Había una ciudad cerca de las montañas. Allí vivía una princesa.
La princesa se encontró un cachorro de tigre que... ¡estaba hechizado por una bruja!
Entonces apareció un dragón. El dragón era un dragón-zombie. El escudero real vino y luchó contra el dragón-zombie y lo mató.
Mientras tanto, el perro de la princesa buscaba el tesoro de la bruja. El tesoro, que era custodiado por un ornitorrinco, se trataba de un cofre lleno de oro. Lo que nadie sabía era que además, dentro del cofre también había arañas venenosas.
El perro, cuando encontró el tesoro y venció al ornitorrinco y a las arañas se lo llevó a la princesa.
El escudero y la princesa se casaron y se llevaron al cachorro de tigre a vivir con ellos porque tras la muerte de la bruja se le había librado del hechizo...
Y colorín colorado, el cuento se ha terminado.